jueves, 29 de noviembre de 2007

Nunca

Cuántas veces caminé pausado, sabiendo que iba una hora tarde, pero convencido de que iba a estar ahí. Sentada en su cama, esperándome, armando un collar con las piezas que había comprado en algún local chino que invadía mi Santiago. Ella también invadía mi ciudad, me invadía a mí. Con su pelo que cambiaba tal como cambiaba lo que yo sentía. La cartas nunca las escribí, las flores nunca las mandé. Su música sólo la acepté cuando ya no podía escucharla a ella. Era lo que quedaba, eran meses compilados en grupos anglos con nombres raros que inspiraban mi música. Era el italiano que canta en español, era la música de un power point, era su vida delante de la mía, por un tiempo, nuestra vida. Nunca cantamos juntos, ni siquiera lo intentamos. Nunca intenté nada. Me quedé. Sabía quen iba a estar sentada en su cama armando algún collar casero.

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